La mejor película de terror de 2021 fue también una de las primeras en llegar: The Empty Man -disponible en Disney+- aparece en numerosos tops del género en un año en el que ha habido, por fin, mucho entre lo que elegir. Las entregas de The Conjuring, Un lugar tranquilo, Paranormal Activity o No respires han coincidido con notables títulos independientes, algunos de los cuales razonablemente superiores a la media como Lamb o The innocents, espoleadas por el efecto Cannes y consideradísimas en certámenes posteriores. El fenómeno Titane, la vuelta de James Wan con Maligno y la nueva versión de Candyman se cuelan tranquilamente en una lista de subjetividad salvaje. No han corrido igual suerte algunos títulos de los que se esperaba algo más, como la Veneciafrenia de Álex de la Iglesia, La abuela de Paco Plaza u Old, de Shyamalan.
» ESPECIAL TERROR 2021
En un 2021 en el que la pandemia, la soledad, el abismo ante la muerte y las enfermedades mentales han vuelto a ser denominador común del terror -en títulos como Knocking, Demonic, We need to do something o Silent Night– hay que destacar igualmente apariciones del tipo de Horror in the high desert o Death of a vlogger, además de la nueva adición a la saga V/H/S, todas dispuestas a rebatir el presumible mal momento del found footage. Menciones de honor aparte merecen dos trabajos para televisión, Midnight Mass -la nueva y portentosa obra de Mike Flanagan, que va a masterclass anual- y Them, subestimada incorporación al rico catálogo de horror noire. Las siguientes son, sin solución, las consideradas 10 mejores películas de terror de este año que lanza sus últimas señales:
10. WILLY’S WONDERLAND
Hora y media de Nicolas Cage empapado en bebida energética y desinfectante de superficies luchando con animatrónicos poseídos: eso es Willy’s Wonderland, una de la dos pelis de Cage este año -por Prisoners of the Ghostland es mejor pasar de puntillas-. Es exactamente lo que promete: un slapstick faltón sin necesidad ninguna de maravillar y con un respeto reverencial por la serie B más pérfida.
09. KNOCKING
Frida Kempff sorprendió en Sundance a comienzos de año con esta revelación generosamente recibida y aplaudida en Sitges, donde fue tan apreciado su ritmo lacónico como el desarrollo nada menor de una protagonista atrapada en una obsesión con final agridulce. Una de las varias muestras de este año de que el terror escandinavo sigue en franca progresión.
08. MAD GOD
Todo lo que leáis sobre esta obra de arte del cine de animación es poco y nunca acompañará lo indescriptible de su compleja existencia. El grito de autoayuda de Phil Tippett estuvo tres décadas in the making, y detalla un macrouniverso pesadillesco y escatológico en el que la degradación, el asco, el gore y las alucinaciones más perversas son única y exclusivamente atrezzo de una experiencia superior.
07. LAST NIGHT IN SOHO
Edgar Wright es el responsable máximo de este thriller extemporáneo agitado por su excepcional puesta en escena y unos trabajos finales de diseño y montaje que reivindican el género en un momento de trémula indefinición. Uno de los fenómenos culturales del año, arropado por dos interpretaciones titánicas en las pieles de Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy. [Especial en Cinemanía]
06. MALIGNANT
La autoparodia más irreverente de James Wan, abiertamente desvergonzada y aun así, imbuida de tantas referencias del terror de segunda generación que vivirla con una mueca de estupefacción es esencialmente inevitable [leer crítica]. La vuelta del gran creador del género del siglo XXI a su zona de confort resulta en una aventura giallo que no escatima en sangre, sorpresas e inverosimilitud.
05. TITANE
Poseída por el espíritu del marketing posmo y penalizada por la obvia razón de la provocación gratuita, la sorprendente -y celebrada- ganadora de Cannes juega a reimaginar el asco [leer crítica] con una sucesión de set pieces casi autoconclusivas que liberan una amarga reflexión sobre la soledad irreversible y la opresión infundada.
04. CANDYMAN
La secuela directa del clásico de Bernard Rose certifica la autoría de Nia daCosta y enriquece la original con una versión áspera y nuevamente heterogénea del black horror contemporáneo. La película desafía, como anteriormente Antebellum, Get Out o His House, la visión simplista de la publicitaria tragedia racial en mitad de un escándalo visual y narrativo con algunas de las escenas más importantes del año.
03. THE INNOCENTS
Fue de tapada a Cannes y a partir de ahí arrasó en los pasillos de todos los festivales que visitó. Oscurísima historia sobre la madurez a horcajadas y la maldad limpia de la infancia, habitualmente parapetada por la inocencia. Cortada por un tono frío de tensa violencia accidental, acerca a su director Eskil Vogt al listado definitivo de directores a seguir de cerca.
02. LAMB
La sorpresa de 2021 y ganadora en Sitges trabaja sobre una versión libre del folclore islandés, reivindicando la fuerte presencia del entorno como claustro narrativo con la excusa de un nacimiento inesperado. Noomi Rapace borda el espíritu de la maternidad a toda costa y la autorrealización a través de lo surrealista. No sólo está muy cerca de ser la mejor película de terror del año, sino que envejecerá como una grandes obras de coleccionista reservada a contadísimos títulos indies. [Entrevista a su director]
01. THE EMPTY MAN
Una de esas rara avis del género, de más de dos horas de duración, cuya existencia basta por sí sola para salvar toda la temporada de terror. Perfectamente conjuntada y únicamente apercibida por los devaneos en su distribución -incomprensiblemente fue directa a VOD-, The Empty Man se sirve del espíritu creepypasta para desarrollar una poderosa ilíada de sectas, viajes interiores, protagonistas atormentados y lo más importante de todo: monstruos, sustos contados, apariciones y la llamada más notable a la vulnerabilidad del hombre ante sus temores.
Lamb me pareció buenísima como película de terror psicológico, tardé bastante en verla. No sé si Última noche en el Soho la catalogaría como cine de terror.
Gran lista