Victoria Prego: «El periodismo se ha vuelto insolidario»

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La liberación de los tres españoles (Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre) secuestrados en Siria durante casi 10 meses ha resucitado la diatriba de los rescates con los que, según no pocos, se financia abiertamente a grupos radicales. Pampliega, López y Sastre son, además, periodistas: personas que se la juegan a diario estando allí. A Victoria Prego (Madrid, 1948), le brillan los ojos celebrando su vuelta. En sus primeros seis meses a cargo de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha vivido un infierno evidentemente no comparable en términos absolutos pero probablemente sí en términos relativos.

Un tópico: la actualidad manda. Celebramos la vuelta de Pampliega, López y Sastre, pero sigue siendo tabú cuestionarse cuánto cuesta, qué implica pagar esos rescates. No sé qué opina la APM.

Me parece que no es el momento de hablar de eso, porque acaban de llegar. Es un asunto que tenemos pendiente en España y en otros países. Hay unos que pagan para recuperar a sus nacionales y otros que no están dispuestos a pagar. Pero no quiero hablar de eso, porque me parece que no es el momento, cuando no hace ni 24 horas que estos chicos han vuelto. El momento es para alegrarse muchísimo y ya tendremos tiempo de examinar este problema cuando esté un poco más alejado de las personas.

¿Tiene previsto la APM homenajearles, reconocerles de algún modo?

No. Hemos emitido un comunicado alegrándonos muchísimo de su liberación porque es gente que tiene mucho mérito, que se juega la vida para contarle a los demás lo que pasa en lugares de mucho conflicto y de mucho peligro, y que merecen todo nuestro reconocimiento y homenaje. Y creo que no procede nada más que satisfacernos, alegrarnos y reconocer su valor y su aportación.

Más actualidad: el ERE de Unidad Editorial. Sale El Mundo un día que se convoca huelga y enseguida emerge la palabra esquirol. ¿Qué lleva a un periodista a no secundar una huelga de compañeros que se van a la calle?

El Mundo ha salido en unas condiciones muy frágiles, muy malas. El staff directivo no ha hecho huelga en su mayor parte, y me parece exactamente igual de respetable que los demás la hayan hecho. Yo no tengo nada que objetar a quienes han cumplido su obligación y su deseo de no trabajar y quienes han cumplido su obligación y su deseo de trabajar. Creo que la situación de El Mundo es muy difícil, que estas bajas y estos EREs (tanto en El Mundo como en Marca, Expansión, la radio…) pueden dejar desde luego al periódico en una situación de dificilísima viabilidad y comprendo perfectamente que se haga huelga. Pero no me voy a meter con quien no la ha hecho, de ninguna manera. Y desde luego no les voy a llamar esquiroles.

Radio Marca, medio pionero, baja de 30 a 11 empleados. ¿Será viable así o hay truco?

No lo sé, pero tengo la peor de las impresiones. A mí me da la sensación de que no es viable, pero eso lo sabrán ellos. La impresión que da es que eso no se sostiene.

El miedo que le dan a los editorialistas las puertas giratorias. Son como el coco. Y también las hay en periodismo.

En todas partes hay puertas giratorias y si no las hubiera sería un drama. Otra cosa es el tiempo que tardes en pasar la puerta, sobre todo cuando te dedicas a política o judicatura. A mí me parece muy bien que gente que ha estado en empresa privada, con prestigio y trayectorias brillantes, se dedique a la política una temporada. Me parece que es una aportación muy deseable y me parece también lógico y comprensible que quienes se han dedicado a la política, pasado un tiempo –no inmediatamente- pasen a la empresa privada. Pero en eso de que las puertas giratorias en sí mismas son malas, que sean una manera de ahogar y asfixiar la vida pública y privada española no estoy de acuerdo en absoluto.

Más cocos: paro, intrusismo, autocensura. ¿Cuál es la amenaza número uno del periodismo en España?

El paro. Paro significa muchas cosas: estar fuera del mercado, estar a punto de estar fuera del mercado, malos salarios… Paro y malos salarios son lo importante, la amenaza a la independencia del periodista. El intrusismo no es una amenaza, hay muchos periodistas. Es una profesión libre (creo que tienen que ser todos periodistas, pero hay gente brillante que no es periodista y ha ejercido como periodista toda su vida), eso no me preocupa. Me preocupa la merma de la independencia, hija de la precariedad económica y me preocupa muchísimo la sumisión de ciertos periodistas a determinados intereses que no son los de informar (políticos, empresariales, eclesiásticos, culturales, me da lo mismo). Cuando un periodista sirve a un interés ajeno al de su obligación de informar de una manera independiente está traicionando a la profesión y engañando a los ciudadanos.

Periodistas importantes, claro.

Igual, es igual de venenoso una cosa que otra. Naturalmente el periodista importante tiene más influencia y hace más daño, pero el daño lo hace cualquier periodista esté donde esté si ha vendido su independencia a otros.

¿Es demasiado autocompasivo el periodista español? ¿Cómo pretendemos construir a través del pesimismo?

El periodismo español tiene un nivel muy bueno. Se hace aquí un excelente periodismo, la agenda política de este país está condicionada por lo que publica la prensa, sobre todo en términos de corrupción. Los casos de corrupción han sido casi todos desvelados por la prensa. Lo que pasa es que la situación del periodismo aquí es muy mala. Primero, hay muchísimos periodistas, salen muchísimos de las facultades, muchos más de los que el mercado puede absorber. Es una máquina de parados. O de frustrados. Y la crisis económica y de los medios han provocado una fragilización enorme del periodismo y un miedo que afecta a la defensa de la independencia de los periodistas: no es que seamos autocompasivos, es que la situación está muy mal.

En año doblemente electoral, hito en nuestra democracia –veremos si alegre o triste-, ¿ha estado el periodismo demasiado cerca del poder?

No, no. Ha hecho un trabajo muy bueno en este país, publicando y desvelando casos que de otro modo la sociedad no hubiera conocido y los tribunales no hubieran tenido en su mesa. La información de la crisis política ha sido en general buena, salvo por la labor de aquellos sometidos a los dictados de determinados partidos. Hablo de cualquier periodista y cualquier partido. Esos hacen flaco favor a la democracia.

¿Cuál es el porcentaje de estos?

No lo sé, no lo sé. Creo que pequeño, pero suficientemente grave como para que lo subraye.

¿Y tiene la APM la sospecha de que esos periodistas vendidos al poder…

A los poderes…

… no puedan dar marcha atrás?

Esos no tienen vuelta atrás nunca, es imposible. Si se han sometido (más que vendido) a los poderes en general, de ahí no se vuelve. Pero no sé el porcentaje, aunque la APM y yo como presidenta lo denunciamos.

¿Alguna decepción concreta?

Alguna.

Hablamos antes de sostenibilidad. ¿Lo es a largo plazo la APM?

A día de hoy sí, pero todavía no tenemos claro cuál es la realidad económica y financiera, y hasta que no pase el verano no lo sabremos. Creo que sí, que es sostenible, porque se ha puesto el foco en el servicio médico, que ha ocupado preocupaciones y debates, pero la APM son muchas otras cosas: asesoría jurídica gratuita que ha servido a los periodistas en muchísimos de sus conflictos, planteamiento de una asesoría fiscal y financiera para los autónomos -que en este momento son muchísimos-, cursos muy interesantes de nuevas tecnologías, debates sobre problemas de periodismo y sociedad… Y para septiembre promoveremos muchos cursos muy útiles, con otras empresas de comunicación, para formar en especialidades. Tenemos mucho que decir aparte de levantar la voz para denunciar determinadas cosas. La APM es imprescindible, pero muchos periodistas no lo saben porque esta es una profesión muy insolidaria. Antes no lo era, eh. Pero se ha vuelto insolidaria.

Por necesidad.

Por consecuencia. La situación es tan mala en tantos casos que ya casi nadie se ocupa de las necesidades colectivas. Pero nosotros sí.

No sabía lo de la asesoría financiera. ¿Para cuándo?

Para 2017, es decir, con las facturas de 2016. Gratuito. Estamos perfilándolo y a la altura de septiembre podrán empezar a venir asociados para que se les asesore y se les facilite la gestión. Los periodistas no nos dedicamos a hacer cuentas, es un trabajo horroroso que cuesta dinero si tienes asesor fiscal, pero muchos autónomos no pueden permitírselo.

Imagino que sabréis que vendrán en avalancha. Vendremos.

(Asiente). Cuando tengamos listo el esquema, el proceso, la formación de quienes se ocupen, lo comunicaremos debidamente a los asociados.

Y el tema del servicio médico, por fin resuelto.

Casi.

Se publicó que el de los periodistas era el único colectivo que mantenía ese privilegio. Y anda que no están mal vistos los privilegios hoy.

Uno de los asuntos en los que se mostró claramente la insolidaridad de la profesión fue este. Porque en diciembre, a los ocho días de ser elegida presidenta, el grupo parlamentario socialista, sin consultar, preguntar ni llamar aprueba una enmienda en los presupuestos de la Asamblea de Madrid, pretendiendo suspender la aportación económica a 31 de diciembre. Lo cual dejaba a muchos enfermos graves literalmente en la calle, porque la APM tenía ese servicio médico pero no podía usar la Seguridad Social. Si nos quitaban la aportación económica a 31 de diciembre había enfermos oncológicos, diabéticos, operados, partos… que se quedaban sin nada, fue una desvergüenza intolerable. La APM convocó una asamblea, hizo un comunicado… y los medios no respondieron, no dieron respuesta en defensa de los asociados. Afortunadamente lo hemos resuelto, mejor o peor con una aseguradora privada que es más cara. Pero he de decir que no era ningún privilegio: el poder público, la comunidad, proporcionaba 8,6 millones al año. Ese dinero lo administraba la APM perfectamente y saliéndole más barato a la Comunidad que si se lo quitara, porque la atención médica les cuesta a ellos 9 millones y pico. Hay casi un millón de diferencia que ponía la APM. De privilegiados nada. Utilizábamos ese dinero para administrarlo excelentemente bien y salirles más barato al servicio público de lo que les vamos a salir ahora, porque ahora nos hemos incorporado todos aparte de tener aseguradora privada. Pero de privilegio, nada.

Se politizó.

Sí, porque se aceptó como una cosa normal que estábamos beneficiándonos de un privilegio. Era mentira. Insisto, ahora que estamos todos en la Seguridad Social les vamos a salir más caros que antes. Casi un millón más al año, ni más ni menos. Era mentira que fuera un privilegio, pero aquello se hizo viral y por eso nadie salió en defensa nuestra. Y desde luego hubo una enemiga por parte del PSOE (que modificó su posición después), porque Ángel Gabilondo es un hombre sensato, culto y por lo tanto razonable. Nos dieron seis meses para que hiciéramos el tránsito del servicio de la APM al público. Porque claro, 11.000 y pico asociados no se podían quedar en la calle.

¿Y qué queda en el horizonte de la APM?

Seguir en defensa de la profesión y en ayudar a los asociados. Queremos que este sea un sitio al que acudan no para buscar trabajo, porque no se lo podemos encontrar (aunque tenemos una bolsa de trabajo y gestionamos becas, prácticas y demás), pero sí para ayudar en todo lo demás: asesoría jurídica, financiera, cursos, especialización y desde luego en defensa de la profesión: levantar la voz y tener más presencia pública en defensa de los periodistas. Es necesario.


Foto: Pablo Vázquez / APM

Esta entrevista fue propuesta por primera vez el 10 de marzo de 2016, petición reiterada sucesivamente el 1 de abril y el 5 de mayo. Se realizó finalmente en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid el miércoles 11 de mayo. Lectores y medios interesados pueden acceder a cortes de audio específicos remitiendo sus peticiones al correo manero@thelastjourno.com

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