Sylvia y Jen Soska: «El de Sitges es el público perfecto»

soska sisters rabid 2019

En un año en que el cine de terror ya ha celebrado títulos como US (Jordan Peele), Midsommar (crítica) o los reboots de Muñeco Diabólico (crítica) o Cementerio de Animales (crítica) mientras espera la apoteosis con el segundo capítulo de la adaptación de IT (Andy Muschietti), la tarea por visibilizar obras de género se ha intensificado. Así, muchas piezas por conquistar el segundo semestre de 2019 tendrán su oportunidad en Sitges. Y de entre los más de veinte títulos confirmados ya en la programación del festival, uno reclama especialmente la atención del fan: el remake que las hermanas Soska, Jen y Sylvia, han llevado a cabo de la esencialísima obra de David Cronenberg, Rabia (Rabid), estrenada hace más de 40 años (1977). Las hermanas Soska, que durante mucho tiempo soñaron con vivir en primera persona la experiencia Sitges, no repelen la importante responsabilidad de versionar a Cronenberg, aportando, claro, su sangrienta y salvaje manera de ejecutar los mensajes que no necesitan mucho alivio visual. En American Mary (2012) y el segmento firmado en ABCs of Death 2, Jen y Sylvia Soska juegan con la resistencia del espectador al torture porn feminista, una hermosa variante del desdeñado splatter con la que muchas películas han afianzado cultura, si no de la venganza, de la advertencia sobre el potencial del sexo débil. Dicen las hermanas Soska que Cronenberg fue un visionario por hacer de su dama en Rabia, Marilyn Chambers, una mujer poderosa a través de la alienación. Y esto reabre un debate sobre libertad, el manido empoderamiento y la presuntuosa banalidad del horror por el horror. Y no es que ninguna de las dos se deje mucho por contar:

Rabia, de Cronenberg, fue una película que de alguna forma expresó cómo la mujer puede reclamar su rol social a través de la violencia, más o menos explícita. Conociendo vuestros antecedentes, ¿esto es algo que os inspirara especialmente?

S (Sylvia) Buen punto. El trabajo de Cronenberg fue tan progresista y avanzado en ese sentido que 40 años después seguimos discutiendo sobre eso. Cuando Marilyn Chambers aceptó el papel todos lo miramos a través de los ojos de un hombre heterosexual, lo sexualizamos enseguida. Si interpretas la sexualidad desde una perspectiva femenina, hay algo más analítico en cómo esa atención hace sentir a una mujer. Cuando conocemos la Rose de Laura Vandervoort (protagonista del remake) encontramos una mujer que no está a gusto consigo misma. No le va muy bien. Incluso después de someterse a ese tratamiento milagroso sigue sin reconocerse a sí misma, pero su apariencia le evita la preocupación de los demás. Ambas películas parten de roles de género depredador, cambiándolos: los hombres no saben que están en peligro hasta que es demasiado tarde.

J (Jen) La película original ofrece una hermosa columna vertebral sobre la que construir algo. Aquella partió de la mirada masculina y la nuestra lo hace desde la femenina. Aunque las dos historias guardan similitudes, empatizamos con Rose y realmente sufrimos su estrés y su dolor. Al comienzo de la película ella parte de un lugar común a muchas mujeres hoy. En 1977 Marilyn Chambers partía con la ventaja de la revolución sexual de la época, abrazándola sin complejos: nuestra Rose es justo lo contrario. Es prisionera de su propio cuerpo, lucha contra lo que querría ser, pero sin llegar a tener claro del todo quién es. La película es casi un estudio de Rose liberándose de las expectativas que había depositado en sí misma y descubriendo el poder que guarda.

¿Qué importancia dais a esa idea sobre la insurrección de un líder a través de la alienación, cuando no infección, que encarna concretamente un personaje femenino?

(S) Cuando nos dieron la oportunidad de hacer el remake de Rabia, fue de vital importancia conocer de qué hablaba la película original, ya que fue anterior a la explosión de muchos términos médicos como por ejemplo la terapia con células madre. La película es una conversación sobre transhumanismo, pero: ¿qué es el transhumanismo? Cualquier avance más allá de nuestros atributos de nacimiento que pueda facilitarnos la existencia, como las gafas o los marcapasos. El transhumanismo se expande en tres súper grupos: longevidad, inteligencia y bienestar. Toda la experimentación al respecto fue prohibida en la mayoría de los países tras la Segunda Guerra Mundial y sin embargo países como China no han seguido esa pauta. Hemos visto experimentos con híbridos humanos, ratas y cerdos buscando avances en el tratamiento de pacientes con órganos dañados, pero seguimos sin detenernos a pensar en los derechos de esos nuevos seres humanos. No parece ninguna locura que células de mosquito puedan hibridarse con las de humano para crear este tipo de vampiro que interpreta Rose en la película original. Estos terrores son reales, y no seguir la conversación que inició la obra de Cronenberg habría sido irresponsable, como directoras, a la hora de tratar el mismo material.

(J) El pensamiento crítico es uno de nuestros fuertes. La película en sí misma busca despertar esa duda en el espectador. Cada vez que Rose deja que alguien la guíe, acaba perdida y hundida. Si Rose hubiera pensado únicamente en sí misma y escuchado lo que ella sabía que era bueno para ella, no habría acabado como acaba. Cada vez que se escucha a sí misma y sigue sus propios deseos todo le va mejor: pero a Rose, como a muchas de nosotras, se nos ha dicho durante mucho tiempo qué hacer, lo que realmente dificulta ser una misma. Al final, Rose deja a los demás tomar por ella las decisiones más importantes. Se deja llevar por la gente equivocada únicamente porque ostentan posiciones de poder respecto a ella. Sólo perdemos nuestro poder cuando decidimos rendirnos: siempre cedemos nuestro poder a figuras de autoridad pensando que no tenemos alternativa, pero siempre la tenemos. Sólo que no siempre es fácil.

Cronenberg no debe ser fácil de versionar, ¿cuál es el principal desafío al que os enfrentáis con esta nueva versión de Rabia?

(S) Mi principal miedo es lo que pueda pensar él sobre el trabajo. Esta película ha sido hecha sólo para él, aunque esperamos que los demás la disfruten. Lo hemos pasado mal haciendo películas, nos hemos cruzado con las peores personas que puedas imaginar haciendo un trabajo maravilloso destruyendo lo que más nos gustaba de hacer películas. Mucha gente que está sola, que no se siente amada o que está perdida y que pretende hacerse rica al instante llega a la industria y no cuenta nada. Cuando aceptamos este trabajo y pudimos estudiar cuánto había dado Cronenberg a la industria, experimentamos una revelación sobre el trabajo que necesitábamos hacer. Hay mucha gente que intenta poner sus palabras en tu boca, pero hay pocos artistas que entiendan tan ampliamente lo que significa contar algo, ser cineasta. Necesitaba que me recordaran que el gran arte todavía existe en este mundo y que quedan personas realmente extraordinarias: me siento orgullosa de poder recordar al mundo lo afortunados que hemos sido de poder disfrutar del trabajo de David Cronenberg en este mundo.

(J) Supongo que mi mayor miedo es que alguien malinterprete mis motivaciones para hacer esta película. No soy muy fan de los remakes, porque parece que no añaden valor a la conversación del original y a menudo incluso la faltan al respeto hasta el punto de que no llegar a parecerse en nada. Muchas se hacen únicamente para sacar dinero. Quise hacer este remake porque odiaba la idea de que alguien que no amara o respetara a Cronenberg fuera a arruinar una de sus películas y por tanto la visión de toda una generación sobre su carrera. Me encantaría que las nuevas generaciones descubrieran todo el trabajo de Cronenberg a través de Rabia. Sé que rehacer esta película tendrá cierta repercusión, pero he hecho Rabia únicamente desde el amor y el respeto por Cronenberg y su obra. Mi único miedo sería decepcionarlo y sé que no es el caso.

«Quise hacer este remake porque odiaba la idea de que alguien que no amara o respetara a Cronenberg fuera a arruinar una de sus películas»


Como creadoras, ¿disfrutáis más con lo burdo del gore o estáis por sumaros a la corriente del terror intelectual?

(S) El terror visceral me impacta mucho como espectadora, así que disfruto mucho haciendo ese tipo de películas con imágenes que te hacen perder la cabeza. Pero todo en lo que trabajamos lleva un mensaje, me encantan las películas que te hacen pensar y si una película no incluye discusión intelectual, siempre se me hace poco, como una victoria a medias. Me gustan las películas que me persiguen hasta días después de haberlas visto.

(J) También me gustan las dos. Me encanta engañar a la gente para que vuelvan de la película con alguna lección, un nuevo punto de vista. El cine de terror es fantástico para eso porque no sigue las normas pesadas de los dramas convencionales. Nuestras películas pueden disfrutarse a nivel de superficie pero todas tienen más que decir de lo que cualquiera pueda sospechar. No sería capaz de hacer una película que fuera disfrutable si no lleva mensaje, alma. Siempre he creído que las mejores películas son las que te acompañan mucho tiempo después de haberlas visto, esas que tienes que ver una y otra vez para captar nuevos mensajes o detalles. Necesitas la sangre, claro. Nadie te va a ver o a recordar si no pasa nada impactante.

¿Alguna película de terror reciente, más o menos compleja, ha entrado en vuestro top cinco histórico?

(S) Me encantó The Void, de Steve Kostanski. Es tan buen director como artista protésico, así que es mágico verle crear si le dan libertad. Además lidera el diseño de criaturas de Masters FX en Rabia, así que podéis prepararos para algunos efectos realmente locos.

(J) Wow. Diría Train to Busan, de Yeon Sang-ho. Es brillante, emocional y horrible. Y The Lure, una película increíble de Agnieszka Smocynska. Fue su opera prima y es extraordinaria.

Laura Vondervoort en el papel de Rose, la protagonista de Rabia (2019) de las hermanas Soska.

Precisamente cursamos una época en la que muchas directoras están dejando su huella de forma muy específica en el cine de terror. ¿Alguna que os haya inspirado especialmente?

(S) Marry Harron fue la directora que nos inspiró a nosotras para hacerlo. Es la mejor de largo, no podía esperar a ver lo que ha hecho en Charlie Says con Guinevere Turner, su compañera en American Psycho. Luego, Lexi Alexander fue la primera mujer de color en dirigir una película de Marvel (Punisher: War Zone), película mal comercializada, y ahora su trabajo está siendo borrado porque no encaja en el esquema actual de marketing. Me inspiró mucho que una mujer dirigiera una película de superhéroes masculinos, era otro nivel. Ahora tenemos mujeres dirigiendo a mujeres, pero ninguna suena para dirigir películas de superhéroes. Es una pena. Bueno, y Jen: si no fuera por ella, Rabia nunca se habría hecho. Es una directora increíble, pero también una productora asombrosa. Hemos tenido la producción más desafiante que puedas imaginar, pero ella llevó el barco a buen puerto cuando todo se iba a la mierda, salvó la producción durante el rodaje y se aseguró de que se cuidara absolutamente cada detalle. Le estaré agradecida por siempre.

(J) Nunca lo diré lo suficiente: Sylvia es una compañera increíble. Recuerdo diariamente lo afortunada que soy de tener una socia tan talentosa, motivada y brillante. Agnieszka Smoczynska es alguien a quien hay que ver. The Nighthingale, de Jennifer Kent, es genial. No es para el mismo público que The Babadook, pero realmente creo que Jennifer va a sorprender a la gente con esta película, que de hecho ya está levantando ampollas.

NOTICIAS SOBRE SITGES 2019

Rabia ha sido confirmada para verse en Sitges este año, pero no sois debutantes porque ya llevasteis American Mary en su momento: ¿qué ha hecho Sitges por vosotras y qué esperáis de la experiencia de este año?

(S) He soñado durante años ir a Sitges con Jen. Estuvimos a punto muchas veces, y de hecho nos entusiasmó la acogida de American Mary. Ojalá les guste también Rabia. Ambas son películas muy personales, prácticamente hemos sangrado por Rabia, así que saber que se proyectará para ese público es un sentimiento muy bonito. Cuando haces una película, la ves tantas veces con tu equipo que sólo deseas que llegue el momento de enseñarla al público. ¡Y el de Sitges es el público perfecto!

(J) Es verdad que American Mary fue muy bien recibida en Sitges, el público realmente entendió las sutilezas de la película. Además, hacer una película que normalizara la modificación corporal e instara a la gente a mirar más allá de sus prejuicios fue un tema bastante innovador en ese momento. Fue maravilloso sentir la recepción tan positiva por parte del festival y la audiencia. Rabia es una pieza en cierto modo complementaria a American Mary, así que espero continuar algunas de las discusiones que empezamos entonces. Quiero sorprender al público con nuestra carta de amor a Cronenberg. Los fanáticos del body horror estarán encantados de que volvamos al género…

«Los fans del body horror estarán encantados de que volvamos (…) ¡El de Sitges es el público perfecto!»


¿Tan diferente, o especial, es la recepción del público en los festivales de terror?

(S) No creo que los que no sean fans del terror vayan a disfrutar todas las referencias a la Rabia original, y a otras películas de Cronenberg. La película tiene dos niveles, para los fans y para los no tan fans. Todos los temas de la película están en la vida real, pero en American Mary encontré demasiada gente que no supo disfrutarla en su plenitud porque no llegó a verla por completo. Espero lo mismo con Rabia porque incluso nos suspendieron la cuenta de Twitter por publicar el póster, recibimos mensajes del administrador amenazando con que no la recuperaríamos. Masters FX ha estado detrás del maquillaje y el gore en Six Feet Under y The Handmaid’s Tale, así que podéis esperar un body horror realmente incómodo. Creo que los fans no acostumbrados al género van a salir horrorizados.

(J) Los aficionados al cine de terror son, por lo general, supervivientes: no se quedan atrapados en una visual, suelen buscar metáforas, dobles sentidos. El público general puede pensar «oh, eso no es para mí» frente a una película de terror, y perderse esos matices. Es una pena que todo un género sea rechazado por un pensamiento cerrado. El público de un festival de terror va a ver una película de género a sabiendas, nadie le ha obligado. A veces las campañas de marketing hacen la diferencia, pero otras veces son los propios fans quienes te las hacen, porque deciden consumir ese arte antes que nadie, están predispuestos a valorarlo. Esa es la gente con la que quiero hablar, agradecerles que vengan a la película y no esperar a que la película vaya a ellos.

Dijisteis una vez que las rubias eran las víctimas perfectas, ¿podéis por favor elaborar esta teoría? Lo digo por Laura Vandervoort…

(S) Sabes aquello de… ¿las mujeres y los niños primero? La sociedad empatiza mejor con esos dos grupos. Cambia esa mujer por alguien que parezca más inocente, una rubia de ojos azules, y el público estará todavía más preocupado por su bienestar. Las morenas y las pelirrojas son fogosas y fuertes, pero las rubias son sexys y dulces. Como directora, observas cómo reacciona la gente a estas cosas y juegas con ello. Cuando conoces a la Rose de Laura Vandervoort, parece más el Peter Parker de Spiderman 2 o el Seth Brundle de La Mosca: parece una librera dócil e inocente, incluso a simple vista ya pinta como una víctima hasta que vas descubriendo qué encierra dentro. No lo que proyecta, lo que es realmente. Descubrirlo en la película es lo más divertido, sobre todo descubrirlo a través del dolor real que siente y con el que empatizas.

(J) Sí, hay un candor que se desarrolla inconscientemente hacia alguien que encontramos bello e inocente. La belleza nos permite olvidar, cuando no pasar por alto, otros muchos rasgos. En nuestra Rabia, nuestra rubia bonita es más bien una serpiente venenosa. Te atrae con sus colores brillantes y su silueta delicada, pero cuidado con lo que guarda bajo la superficie. Cuando vemos víctimas, el héroe que llevamos dentro salta a arroparlas. Las víctimas a menudo pueden ser depredadores disfrazados. Y nadie sospecha nunca de una rubia.

¿Algún easter egg específico que queráis desvelar de la obra de Cronenberg?

(S) ¡Hemos intentado aprovechar cada ocasión para incluirlos! Toda, toda nuestra película surge de la original de 1977. La semilla que plantó Cronenberg ha ido creciendo hasta dar como resultado esta película.

(J) ¡Hay muchos…! Si eres fan de la Rabia original, no sólo vas a descubrir un montón de easter eggs de esa película, sino sobre todo el trabajo de Cronenberg. Algunos son muy obvios, como los que hacen referencia a Dead Ringers (Mortalmente Parecidos en castellano) o La Mosca , pero el guiño a The Brood (Cromosoma Tres en castellano) es el más perturbador. Partiendo del original, conservamos algunas reglas y otras las rompimos intencionalmente. Sí diré que filmamos un Santa Claus en verano y tuvimos que pensar mucho qué hacer con él (risas).

Por último, ¿en qué trabajan justo ahora las hermanas Sylvia y Jen Soska?

(S) Todavía queremos saber qué opina David Cronenberg de nuestra película, pero nos alegró seguir en contacto con sus dos socios productores, Martin Katz y Karen Wookey, de cara a próximos proyectos. Hay algunos guiones en los que nos encantaría trabajar y ya vamos vislumbrando algo, además de otros trabajos originales nuestros. Después de una década de lucha creo que hemos encontrado un nicho creativo al que podemos llamar hogar.

(J) Ya está en camino para el año que viene Bob, nuestra película original de monstruos en la que volvemos a trabajar con MastersFX. Es algo que llevamos mucho tiempo queriendo hacer y por fin avanza de la mano del equipo adecuado. Además, como dice Sylvia estamos en contacto con Martin y Karen de Prospero Pictures, así que el futuro pinta realmente bien para nosotras.

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