Shevchenko: «La situación en Ucrania afecta al fútbol»

shevchenko the last journo

Antes de que Cristiano Ronaldo y Leo Messi secuestraran los podios -una pelea que ha cumplido una década-, un ramillete de futbolistas se repartían la grandeza individual, revelándose cada año en éxitos literalmente irrepetibles y cediendo al futuro la costumbre de ganar que nadie se planteó ni con Ronaldo, Henry, Figo o Zidane de cuerpo presente. Andriy Shevchenko (1976) fue uno de los últimos insurgentes, y pese a que apuntó a estrella desde sus inicios en el Dinamo de Kiev (todos recordarán su trabajo junto a Serhiy Rebrov durante cinco inolvidables años) se dejó el testamento para la frontera con los treintena. Entre 2003 y 2005 ganó Champions, Balón de Oro y Bota de Oro en el último gran Milan -el de Maldini, Kaká, Seedorf, Cafú o Rui Costa-; cerró su ciclo rossonero con la dolorosa derrota en Estambul ante el Liverpool de Rafa Benítez, devolviendo al destino la moneda del penalti clave que sí marcó a la Juventus en Old Trafford dos años antes, y entonces Londres se presentó en su hoja de ruta.

En verano de 2006, Shevchenko lideró a Ucrania en su primer gran torneo internacional, el Mundial de Alemania, antes de llegar a cambio de una cifra récord por entonces (45M€) a un Chelsea en el que sepultaría su carrera. Uno de los mejores goleadores de la década en Europa, veloz sin balón, inteligente con él, letal a la contra y codiciado por los mejores, languidecía en las oraciones de Roman Abramovich antes de lanzarse a deshacer el camino, cerrando sendas cesiones de nuevo en Milán y Kiev. Completó en su ocaso el último gran servicio a su país: sumar minutos -y goles- en la Eurocopa que organizó en 2012 junto a Polonia y que acabaría ganando España. A los 36, Sheva colgó las botas y amagó con pasarse a la política en su país justo a las puertas del caos que hoy reina: el europeísmo no hizo pie, Viktor Yanukovich se abrazó a Rusia y por suerte el mundo perdió a un parlamentario para ganar un entrenador que ahora dirige nada menos que a la selección nacional, después de que esta naufragara en la Eurocopa de 2016. Al igual que cuando esperaba el balón en posiciones de ataque en su época de jugador, Shevchenko no se regala apenas vistazos al pasado y percibe el futuro con cautela. Su misión ahora es delicada y no se perdonaría fallar:

P – ¿Qué encontraste a tu llegada al banquillo de Ucrania, cómo juzgas esa herencia?

La Eurocopa de Francia acabó siendo una terrible decepción para nosotros. Ya fue una pena tener que ir a la repesca para clasificarnos, y después llegó el fracaso. Esto hirió seriamente la imagen del equipo, la opinión de la afición. Hubo críticas graves, y fue difícil para mí empezar a trabajar en esas condiciones. Además, apenas tuvimos tiempo para hacer cambios, porque en dos meses ya teníamos otra vez partidos oficiales. Esa época ya quedó atrás, por suerte hemos mejorado y sentimos de nuevo el calor de la afición.

P – ¿Qué ha cambiado en el equipo desde tu nombramiento como seleccionador?

Nuestra tarea era cambiar el modelo, la forma de juego. Mis principios son la posesión de la pelota y el equilibrio táctico en ambas áreas: quiero un equipo capaz de atacar y defender junto. Dimos la oportunidad a más gente joven: debutaron cinco en los cuatro partidos de otoño, que no está mal. Es un buen número. Volvemos a fijarnos en los recién llegados, necesitamos gente de una nueva generación, con otra mentalidad. Lo complicado para los seleccionadores es no tener a todos los futbolistas para trabajar con continuidad, tener apenas unos días antes de los partidos con todos ellos. Este parón de invierno, de tres o cuatro meses, ha sido demasiado. Y lo primero que hay que hacer es volver a crear conexiones de juego.

P – Te conocimos como jugador, ¿pero cómo te definirías como entrenador?

Acabo de empezar mi carrera de entrenador, así que antes de evaluarme necesitaré echar un vistazo a lo que vaya consiguiendo.

P – Mourinho, Lobanovskyi, Ancelotti… Coincidiste con muy buenos nombres durante tu carrera. ¿Cuánto tomaste de cada uno?

Son todos grandes entrenadores, y tomé mucho de todos ellos. Lobanovskyi me enseñó que en el fútbol no existen los detalles pequeños o insignificantes: con Ancelotti sobre todo aprendí en el apartado táctico. Al fin y al cabo, en ningún lugar se trabaja lo táctico como en Italia.

P – ¿Hay algún entrenador con el que te hubiera gustado trabajar en tu época de jugador?

No me detengo mucho en el pasado. Estoy muy satisfecho con mi carrera de jugador, contento con lo que gané y con los equipos en los que jugué. Por supuesto siempre tienes la espinita de haber podido haber ganado más cosas, pero acabé a tiempo y ahora estoy abriéndome a una nueva vida en el fútbol.

P – Los banquillos son lugares sensibles. Zidane, por ejemplo, ganó la Champions a los cinco meses de tomar cargo en el Madrid. ¿Talento, suerte o ambas?

Zidane hizo un excelente trabajo en el club. Conoce muy bien el Real Madrid, jugó allí, luego fue asistente de Ancelotti. Y ha demostrado que es un entrenador de éxito.

Shevchenko Juventus 2003
Shevchenko convierte el penalti que dio al Milan la Champions de 2003 / Foto: taringa.net

P – Como jugador lo ganaste todo, incluyendo uno de los últimos Balones de Oro previos al duopolio Cristiano-Messi. ¿Quiénes crees que tomarán su testigo en el futuro a corto plazo?

En mi época ganar dos o incluso tres Balones de Oro era algo impensable, estaba considerado un éxito extraordinario. Ahora Messi tiene cinco y Cristiano cuatro, y eso es maravilloso. Estos jugadores son los que dan sentido al mundo del fútbol, tenemos que estarles agradecidos por jugar tanto tiempo a tan altísimo nivel. Algún día los reemplazará alguien, pero hoy los dos siguen en lo más alto.

P – Antes de decantarte por el fútbol hiciste de todo, incluso probaste con el boxeo. ¿Imaginas tu vida muy distinta de haber tomado ese camino?

Es verdad que en mi juventud probé todo tipo de deportes, pero eso no significa que pensara dedicar mi vida a ninguno que no fuera el fútbol. El fútbol es mi vida desde que tengo memoria.

P – Sospecho que será difícil, pero imagina que te piden elegir a un solo compañero de ataque de entre todos con los que jugaste.

Hay muchos delanteros con los que he compartido equipo, muchísimos. No podría destacar a uno solo, nunca hago eso. Todos fueron buenos a su manera.

Kaka Shevchenko
Kaká y Shevchenko coincidieron en el Milan entre 2003 y 2006 / Foto: acmilan-news

P – En 2012, justo tras retirarte, intentaste pasar a la política. Tu partido no obtuvo representación tras las elecciones y retomaste tu carrera en el fútbol. ¿Ves factible volver el día de mañana a las urnas?

Bueno, aquello fue un tren que pasó. Aprendí mucho. Pero la cuestión es que volví al fútbol, no sería capaz de repetir en política.

P – Es imposible creer que la crisis que atraviesa Ucrania (1), cuya tensión con Rusia no desfallece, no afecte también al fútbol.

La situación en nuestro país afecta al fútbol: al nivel del campeonato, el día a día de los equipos y también a la selección nacional. Son tiempos difíciles que debemos superar juntos, manteniendo nuestra unidad.

P – En España, el Rayo Vallecano finalmente ha dejado en manos de sus ultras la decisión de prescindir de Roman Zozulya, que ha sido internacional contigo. ¿Qué valoración haces del caso?

Por supuesto nosotros apoyamos a Roman, quien se encontró en una situación realmente difícil, recibiendo acusaciones totalmente infundadas (2). Técnicos y jugadores han demostrado su total respaldo a Zozulya. Es parte de nuestro equipo y un verdadero patriota para su país.

P – ¿Cómo interpretas que Rusia y Qatar vayan a organizar los próximos mundiales sabiendo por boca de la propia FIFA que el mundo del fútbol debe predicar con el ejemplo de la tolerancia?

Ahora hay una nueva corriente en la FIFA. Exjugadores y gente que ha vivido el fútbol cada vez tienen más peso en lugar de los viejos dirigentes. Me gustan las últimas iniciativas que han propuesto, como la expansión del Mundial, que creo es un paso estratégico interesante. Hará del fútbol una realidad incluso en los países en los que no sea muy importante. Al final, la posibilidad de jugar un Mundial estará al alcance de los equipos con los que menos se cuenta, como también apostar por un fútbol más tolerante. Y esto es un extra para este deporte.


(1) Ucrania en Guerras Posmodernas

(2) Así influyó la propaganda rusa en el veto a Zozulya (El País)

Esta entrevista fue solicitada por primera vez vía correo electrónico el 16 de febrero de 2017 y respondida el 21 de marzo. Es de justicia agradecer la ayuda y apoyo durante el proceso a Tetiana Gorobchenko, del departamento de prensa de la federación de fútbol de Ucrania, y a Mykola Vasylkov, secretario de prensa de Andriy Shevchenko / Foto de portada: naijapr.com

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