En veintisiete palabras encorsetadas dentro de dos líneas ha hecho pública la RFEF la candidatura de su todavía presidente Ángel María Villar a suceder al maltrecho Michel Platini al frente del fútbol europeo en la UEFA. Fiel a esta parca y breve tradición comunicativa que descansa en las antípodas del oropel que a Villar le ha inundado los bolsillos durante casi treinta años como dirigente, la federación ha oficializado así lo que era un secreto a voces sordas desde que a su álter ego en Francia lo inhabilitaran por menudeos por ocho años que entre vaivenes y atajos han quedado en cuatro. Presidente en funciones durante meses, posición que la propia UEFA no ha querido publicitar debido a las cuentas pendientes del mismo Villar con la justicia y los procesos abiertos en las investigaciones por Rusia 2018 y Qatar 2022, Villar no sólo se postula así al puesto que siempre ambicionó, sino que además amenaza con despegarse del que le afeaban sus detractores represaliados: el de máximo dirigente del fútbol español.
Lo de los represaliados no es verso, ha salido de la boca de Jorge Pérez, portavoz y secretario general de la federación que, impulsado por la lengua pública de Miguel Cardenal (CSD) y Javier Tebas (LaLiga) se postula ahora como firme candidato a sucederle en el despacho de Las Rozas. Tampoco es un argumento nuevo: el primer candidato, Miguel Ángel Galán también ha venido denunciando lo mismo desde que se posicionara a favor del cambio –qué horroroso sortilegio-, aunque con una diferencia abismal: él no mamaba de la teta federativa. Recuerda este tintineo de Jorge Pérez, el presidenciable modelo, que además ha hablado en AS, poco menos que el folletín de la RFEF, a esos periodistas de televisiones públicas a los que de pronto se les enciende la bombilla de la dignidad cuando les afectan los recortes cuyos miramientos callan durante el ejercicio de sus cómodas funciones. Si Villar, que lleva años sin proponer y en virtud de su atávico y grumoso silencio ni siquiera se ha enseñado cuando todos los dedos le apuntaban en turbiezas sonadas como la del Caso Federación, acaba siendo elegido presidente de la UEFA el próximo 14 de septiembre en Atenas, la RFEF tendrá nuevo presidente 28 años después. Y este podría ser uno amigo de los belicismos u otro que ha desvelado represalias durante años a los no alineados.
La campaña, que delata los entresijos privados que recogían en sus gemidos los más confabuladores en la derrota, promete durante estos dos meses de agitación institucional más chanzas que verdades y menos eslóganes que vergüenzas. El otro Villar de moda, Gorka, quien por supuesto es hijo de, se ha apartado de la CONMEBOL que le ascendió no hace tanto debido a los procesos que le mantienen al borde de la encriptación para con el fútbol uruguayo mientras trabaja orgulloso en la Comisión de Reformas de la FIFA, la diosa hipócrita. No queda otra que darle tiempo al rumor, no vaya a ser que en vez de acertar en sus pamplinas obscuras, los oprimidos por el régimen de Villar –y Jorge Pérez, todavía secretario general- blandieran al final la peor de las certezas en sus poemarios: la de topar en sus denuncias contra los gruesos muros del acomplejado entramado periodístico que alimenta estas carestías democráticas.
Foto: vivelohoy.com