Palo y zanahoria para la RFEF en transparencia

A tres meses de las elecciones presidenciales y coincidiendo con la reunión de su Comisión de Reformas, la FIFA ha sido sujeto de un estudio sobre transparencia llevado a cabo durante octubre y las dos primeras semanas de noviembre por Transparency International, organización que vigila y evalúa los aparatos de gobierno susceptibles de mejora, que no deben ser pocos. Este reporte, titulado “La tabla de la transparencia en el gobierno del fútbol internacional” en concreto escudriña cuatro aspectos vitales para lo que consideran un «buen gobierno» en materia de transparencia, revisando al milímetro las webs oficiales, espacios donde las 209 federaciones miembro de FIFA tienen la posibilidad de dejar constancia de su rectitud. Y, como también cabía esperar, la casa del fútbol mundial no sale especialmente bien parada. En el caso que nos ocupa por cercanía, el de la Real Federación Española de Fútbol presidida por Ángel María Villar, hay luz y también sombra, pues no íbamos precisamente nosotros a dejar de cocer habas en nuestra casa.

El informe, en general, resulta devastador para la credibilidad de las 209 federaciones: el 85% no da cuenta de lo que hace con el dinero que recibe de la FIFA (un mínimo de 2,05 millones de dólares desde 2011), y un sorprendente 21% ni siquiera tiene web en la que poder consultar cualquiera de sus actividades gubernamentales. El trabajo repasa la disponibilidad o no de balances financieros, estatutos organizativos, un informe anual de actividades y un código de comportamiento y ética. De los 209 miembros, sólo 14 (ni siquiera el 7%) hacen pleno: 11 de la UEFA (Dinamarca, Inglaterra, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Irlanda del Norte, Noruega, Portugal, República de Irlanda y Suecia) y uno de CONCACAF (Canadá), OFC (Nueva Zelanda) y AFC (Japón). Nótese que en la lista de federaciones transparentes al cien por cien faltan representantes de CONMEBOL y CAF. Especialmente preocupante es el caso de la organización africana, donde 37 de 54 afiliados (más del 62%) ni siquiera suman un punto en la evaluación.

En total son 144 países (casi el 69%) los que suspenden el examen, es decir, los que sacan cero o un punto de cuatro posibles: la RFEF española aprueba en tres apartados, suspendiendo únicamente el que refiere a la publicación de un informe anual de actividades y situándose en el escaso 10,5% de naciones que se quedan al borde del utópico pleno. En todos los casos, los cinco autores del dossier contactaron con las federaciones para cotejar y cruzar los datos. Así, Transparency International trató sin éxito de obtener respuesta de Villar el 27 de octubre a través de correo electrónico, medio al que sabíamos que no era muy asiduo hasta que empezó a hablar en agosto de 2010 con los representantes de la candidatura de Qatar 2022, país que por cierto está entre los 87 (42%) que se quedan a cero en el examen. En descargo de Villar quizá haya que apuntar que sólo 39 (ni el 19% del total) atendieron las peticiones de los evaluadores.

Esperando lo peor

El hermetismo con el que Villar se ha desempeñado en los últimos años en su puesto, o episodios polémicos recientes como el apoyo a la huelga de futbolistas convocada en mayo, hacían presagiar un peor resultado de la federación española en el examen de Transparency International. Ben Wheatland, uno de los autores, reconoce que pusieron «el listón muy bajo» y que aprobar este informe no implica un aprobado general en transparencia, ni siquiera en lo que respecta a los 14 países que hacen pleno. Que el reporte se sostenga en la información disponible en las webs de cada afiliado ha evitado, por ejemplo, que se tuvieran en cuenta algunos capítulos como el del Caso Federación -origen de las hostilidades entre Villar y Tebas- o el inquietante desglose que hizo Idoia Sota en El Confidencial de las ganancias de Villar, que situaba en 300.000 euros al año «entre salario, compensaciones, presunto blanqueo de dietas e impuestos no deducidos de su sueldo».

El drama del cero

De los 87 miembros que no han sumado un solo punto en la evaluación de transparencia, 38 (el 44%) pertenecen a la CAF, de donde procede uno de los candidatos en firme para la presidencia, Tokyo Sexwale. El otro africano que partía como precandidato, Musa Bility, fue apartado de la carrera presumiblemente por la sanción que recibió en 2013 por la confederación. Países como Argelia, Angola, Nigeria, Senegal o Togo, que han llegado a ser mundialistas, también suspenden a lo grande. Otros territorios fuera de África, como Afganistán, Corea del Norte, Cuba, Irán, Irak, Qatar o Nepal se acompañan en la denuncia de ausencia total de transparencia. También Chipre, única europea junto a Israel que no suma y patria de Marios Lefkaritis, vicepresidente segundo de la UEFA, sólo por detrás de Villar en la línea de sucesión de Michel Platini, e investigado tras cerrar acuerdo multimillonario con Qatar apenas unos meses después de la votación de 2010 en la que se adjudicó al emirato el Mundial de 2022.

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