Ahora que los defensas centrales participan del juego -sea cual sea- y el refinamiento del fútbol de élite los ha obligado a esmerarse en ser uno más, es más justo y atractivo que nunca tener en cuenta sus nombres en los ecosistemas de sus equipos, plantearse su relevancia y premiar su validez. Esta temporada han sobresalido unos cuantos nombres en LaLiga, algunos de los cuales venían de mostrar cosas en anteriores campañas o equipos pero que, en función de expectativas a su llegada, valor, edad, procedencia y prestaciones han cumplido casi mejor que ninguno otro en su demarcación. Aunque otros han cumplido un ejercicio notable (Siovas, Piqué, Pulido, Yeray Álvarez, Laguardia, Bruno González, Feddal, Néstor Araujo…), pocos adivinaban que los resultados y armonía en conjunto de sus colectivo fueran a recaer con tanta claridad en estos cinco nombres. Entre ellos, además de dos representantes africanos y uno europeo todavía sin el premio de la internacionalidad, hay dos que o bien han entrado o bien están en la lista de posibles para aliviar la maltrecha situación del puesto en una selección española que ya no tiene a Gerard Piqué y en la que Sergio Ramos cuenta sus últimos años como capitán: