Este 2019 que colea ha engrandecido el incómodo y funesto debate del elevated horror consagrando además a algunos de los emergentes de los que se decía que serían one-hit wonder, como Jordan Peele, Ari Aster o Robert Eggers con permiso de Jennifer Kent, aunque su The Nightingale no explore tanto el género como aquel portentoso Babadook de 2014. Películas como US o Midsommar (leer crítica) han supuesto desafíos al debate entre fans y críticos y por supuesto importantes añadidos al cine de terror de autor de la década que se cierra, en un año dominado en taquilla por la segunda mitad de IT (también una entrega respetable) y en la que Blumhouse y Warner han sacado músculo (aunque La Llorona primero y la tercera entrega de Annabelle después batieran récords negativos de apertura en taquilla del Warrenverse). Piezas genéricas de maravilloso gusto como Crawl (la película favorita de Quentin Tarantino este año) o el reboot de Muñeco Diabólico asoman en la lista de sorpresas para reiniciar subéneros -el animalista y el slasher, sin ir más lejos-, al tiempo que descubrimos el talento salvaje de Samara Weaving como scream queen (y final girl, dicho sea de paso). Como era de esperar, y aunque este no ha sido un año especialmente dominado por el terror -sino más bien por el scifi-, Sitges ha vuelto a procurar un buen puñado de títulos candidatos, cuando no finalistas, a todas las listas de mejores películas del género. Al contrario que en 2018, cuando Hereditary o Un lugar tranquilo llegaron incluso a coquetear con la temporada de premios, esta vez ninguna de las propuestas ha asomado más allá de los reconocimientos específicos o indies pese a la gran recepción de algunas de sus obras. 2019, el año de los niños difíciles (Brightburn, The hole in the ground, Vivarium, The Room, The Prodigy o incluso el remake de Cementerio de Animales), ha revitalizado varios de los desafíos del terror, dificultando sobremanera la elección de únicamente 10 cintas imprescindibles con las que etiquetar doce meses de terror. Sin embargo, ahí va una aproximación:
10 / The Lodge
La pequeña miniatura helada de Hereditary a cargo de Veronika Franz y Severin Fiala quedó algo desinflada respecto a las expectativas aunque sus primeros quince minutos sean de órdago -quizá los más potentes de todo 2019-. Una atroz mirada al fundamentalismo y las relaciones verticales con lo paranormal que inspira la religión.
9 / Girl on the third floor
Travis Stevens añade al debate una inteligente y muy incómoda fábula en la que el hombre (CM Punk en esta ocasión) sufre los rigores del error sostenido, desafiando la expiación y el perdón atrapado en una casa goteante cuyos fantasmas buscan sencillamente desalojar su humanidad. En España ya la ha estrenado Dark TV.
8 / Amigo
Inconmensurable estreno del español Óscar Martín con una cinta sencilla y altamente efectiva con ecos de Haneke, el Misery de Rob Reiner y , sí, Chicho Ibáñez Serrador. Javier Botet y David Pareja mano a mano en una localización que va empequeñeciéndose y los acaba enfrentando para exportar sus miedos con un terror artesanal de nivel.
ENTREVISTA // ÓSCAR MARTÍN
7 / The Lighthouse
Una de las promesas de la temporada se reveló como una película de altísima graduación, climática como pocas y en la que dos titanes (Robert Pattinson y Willem Dafoe) se dejan el alma para dislocar la comprensión del espectador hasta desgarrarse en un final sin comparación posible. Escatológica, rancia y febril, pero bella.
6 / Vivarium
Lorcan Finnegan hace de algo pseudo banal -la sosa vida en común con aspiración paternal final- una ascendente pesadilla conceptual con más peso de scifi a lo The Twilight Zone que de terror genuino, aunque la segunda mitad de la cinta se recrudece y no escatima referencias a maestros tipo Cronenberg.
ENTREVISTA // LORCAN FINNEGAN
5 / Nosotros
Jordan Peele ha generado la metáfora del año, renovando su compromiso con las minorías y escarbando en la bajeza histórica de las clases olvidadas con una historia de dobles diabólicos que resultan ser el reflejo que dejamos en otra época (y espacio). La vasta lista de referencias sugiere una enormidad que merece reposo y tiempo.
4 / Bliss
Menos inquietante que otras en lo alto de la lista, su poder de convicción cabalga en la sangre, la necesidad, la adicción. Genial sátira de Joe Begos sobre la inanimada autoexigencia y la robotizada -¿o lobotomizada?- búsqueda permamente de la expresión artística a cualquier precio en mitad de un baño de vísceras y urgencias que no esperan.
3 / Daniel isn’t real
La película que consagrará el sospechado talento de Adam Egypt Mortimer, que vendió una obrita de posesiones inspirada -nada menos- en El Exorcista pero que ha convertido lo perezoso en algo demencial, intenso y localizado en un lugar remoto del infierno individual. Por encima de US en la interpretación de los reflejos personales.
ENTREVISTA // ADAM EGYPT MORTIMER
2 / Doctor Sueño
Muy a la altura de la secuela que Stephen King escribió para una de sus obras cumbres -y para muchos, su mejor novela-, una hermosa historia de tratos sellados con el pasado que además reconcilia a fans y detractores de El Resplandor en papel con la adaptación ochentera de Kubrick. Grandiosa vista al testigo temporal y la fuerza de las convicciones que no renuncia en absoluto al terror comercial para obrar un milagro intergeneracional.
01 / Midsommar
Ari Aster repite en lo más alto con una insondable experiencia lisérgica construida en los miedos criminales modernos: la pérdida, el despecho, la incomunicación, todo lo que puede ir mal en una sociedad despojada de tradición, respeto y disciplina. Descuartiza en dos horas y media el trastorno, su encaje en un mundo que derrapa y cómo lo inexplicable tiende siempre su mano para ofrecer una salida. Es difícil hacerlo mejor, lo que además reforzaría la idea del director de experimentar con otros géneros en su siguiente proyecto.